RADIO PIEDRA BLANCA 104.5

RADIO PIEDRA BLANCA  104.5
ME GUSTA EL AIRE SERRANO Y POR ESO SOY PUNTANO.

Jose A. Zavala



José Inocencio Adimanto Zavala nació en Ojo del Río (Santa Rosa), Pcia. de San Luis, el 28 de diciembre de 1921 (aunque en su documento se consignó el 2 de febrero de 1922) y falleció en Buenos Aires el 29 de abril de 1988.

 Su papá, Martín, tocaba el violín y su mamá, Rosa, la verdulera. Pero el matrimonio se separó y doña Rosa se trasladó con su hijo a  Villa Mercedes, donde al poco tiempo consiguó empleo como cocinera de hotel. Con solo 5 años, Zavalita comenzó a frecuentar cotidianamente la Calle Angosta, para hacerle mandados a su mamá. Ahí se juntaba con su vecinito, Alfredo Alfonso, con quien se demoraba, seducido por el sonido de los fonógrafos de esos almacenes de ramos generales, donde se juntaban los vecinos a tocar la guitarra.

Zavalita tuvo su primera guitarra a los 7 años y aprendió a bordonear mirando los ágiles dedos de algunos guitarreros de la zona, como Don Lucero o Don Ulpiano Romero.

A los 16 años se subió a un tren con la ilusión de conquistar Buenos Aires. En 1941 debutó en Radio Splendid con Los Trovadores de Cuyo, por invitación de don Hilario Cuadros. Al mismo tiempo, Alfredo Alfonso -que también se radicó en Buenos Aires con su padre ferroviario- se sumó a la Tropilla de Huachi Pampa, liderada por don Buenaventura Luna, donde también militaba Antonio Tormo.

De Splendid a El Mundo y Belgrano fue sólo un paso y de Los Trovadores pasó a la Tropilla donde permaneció cinco años hasta formar Los Arrieros Cuyanos, junto a Alfredo Alfonso, Rubén Moreira y Manuel Polo Canale, quienes se desprendieron más o menos en 1946 de La Tropilla de Huachi Pampa. Antes, había integrado "Los Coyuyos del Chorrillo" y Los Troperos de Pampa de Achala. En aquellos años tocó también con Martha de los Ríos, Nelly Omar y Margarita Palacios.

En el 57, durante unas vacaciones en Villa Mercedes, Zavalita conoció a Juan Carlos Mareco. La relación profesional entre ambos se prolongó por veinte años e incluyó trabajos conjuntos de Mareco, Alfonso y Zavala, en las revistas del Maipo y El Nacional, una prolongada gira por España (donde la nostalgia le inspiró Calle angosta) y una participación activa en televisión.

También, junto a Alfredo Alfonso, acompañó al dúo Linares-Canale y entre los años 1964 y 1965,  a los Hermanos Arce, con quienes conformaron el famoso conjunto Los Puntanos.

Posteriormente, aproximadamente entre 1965 y 1980, junto a Alfredo Alfonso, tuvo una gran trayectoria discográfica como dúo instrumental.

 A partir de 1981, formó el conjunto de José Zavala y Las Guitarras Cuyanas, comenzando a partir de entonces a interpretar primera guitarra, ya que anteriormente lo hacía en segunda (la primera la hacía Alfonso). Por Las Guitarras Cuyanas pasaron, entre otros, los guitarristas Ismael Bustos, Víctor Moreno, Horacio Chavero, Rodolfo Bianchi, Angel Linares, Chango Avila (del dúo Avila-Figueroa), Carlos del Valle, Francisco Maidana y Lino Zeballos

Recordamos a Andrés Chazarreta, Miguel Simón y Sixto Palavecino


Tal vez el destino o la mera casualidad quiso que tres eminentes artistas santiagueños abandonaran sus cuerpos físicos un mismo día, aunque en distintos años. Es así como un 24 de abril se recuerda la partida de don Andrés Chazarreta (1960), Miguel Simón (1992) y de Don Sixto Palavecino (2009).

ANDRES CHAZARRETA
Hace 52 años nos dejaba don Andrés Chazarreta, considerado el "patriarca del folclore argentino", porque supo llevar nuestra música folclórica a los grandes escenarios del país venciendo fuertes resistencias de los grupos sociales dominantes.

No pudo estrenar sus primeras obras en el teatro 25 de Mayo por considerar las autoridades de la época al folclore, un género menor. Tuvo que hacerlo en el Politeama de Buenos Aires.

Luego pasaba al recuerdo de todos los bandoneonistas don Miguel Simón, quien es recordado como uno de los más destacados de nuestra provincia, integrante del inolvidable conjunto Los Hermanos Simón. Las creaciones de don Miguel supieron enriquecer el folclore del Noroeste Argentino.

Entre las canciones escritas por ellos se destacan: "Chacarera de un triste" y "De nuevo canta el coyuyo" (o "La mota"), entre otras.

Hoy en día, Miguel Simón hijo desarrolla la música creada por sus mayores, como le gusta decir.

Finalmente, don Sixto Palavecino, luego de noventa y cuatro años de llevar la lengua quichua como bandera y cantarla como un himno, realizó numerosas letras en quichua para la música que le nacía del alma.

SIXTO PALAVECINO
También escribió en castellano, porque era un criollo bilingüe como buen paisano santiagueño. Fue uno de los puntales del programa radial "Alero Quichua Santiagueño". Promovió un Congreso Internacional de la Lengua Quichua y Aymara en Santiago del Estero, con la esperanza de contribuir a la unificación con las academias del Perú.

Su viejo y entrañable amigo, el cantautor León Gieco, había contado a la legendaria revista folclórica "Santiago, Guitarra y Copla", allá por el año 1992. "(…) Los primeros contactos con Santiago fueron a través de la revista ‘Folklore’ a los diez años. Pero mi primer contacto directo fue a través de uno de los más sabios que hay en Santiago, que es don Sixto Palavecino. Yo vivía en un departamento y vino un chico y me dijo: ‘toma, escucha esto’. Inmediatamente puse el cassette. Era ‘Violinisto y santiagueño’, uno de los máximos trabajos de don Sixto", señaló.
Cada uno en su tiempo fue un destacado folclorista que dejó una huella imborrable en nuestra música popular.
LOS TRES FOLCLORISTAS MURIERON EL MISMO DÍA, UN 24 DE ABRIL          
                         PURO FOLKLORE