19 DE ABRIL
Al cumplirse treinta años de la desaparición física recordando al músico, compositor y dirigente político, Don "Chocho" Arancibia.
Rafael “Chocho” Arancibia Laborda nació el 26 de junio de 1917 en la provincia de San Luis, aquerenciándose en la ciudad de Villa Mercedes de la misma provincia y llegando a ser uno de los más reconocidos exponentes del cancionero folclórico cuyano. Cultivó la música desde su adolescencia destacándose como intérprete. Sin embargo, su labor sobresaliente fue como autor y compositor. Es autor de Caminito del Norte, Cuando pasa el chorrillero y Mañanitas de Merlo, entre otras tantas recordadas creaciones.
Junto a Hilario Cuadros, Buenaventura Luna, Félix Dardo Palorma, Pedro Herrera, Julio Quintanilla, Calixto Brizuela, Félix Blanco, Horacio Arrieta Cámara, Oscar Valles, Alfredo Alfonso, José Adimanto Zavala y el “Cascarudo” Domínguez –entre otros–, Rafael “Chocho” Arancibia Laborda forma parte de la lista de músicos que han dejado obras inolvidables para el cancionero cuyano.
Con Oscar Ricardo Romero, Julio y Luciano Marcos Arce y José Adimanto Zavala formaron el primer conjunto con canciones sanluiseñas que debutó en el año 1940 en Radio Belgrano de Buenos Aires, con el nombre de Los Coyuyos del Chorrillo.
Además de Caminito del Norte, cueca que de por sí lo ubica en un sitial destacado como autor y compositor, Arancibia Laborda dejó para el acervo cuyano y patrio otras creaciones no menos valiosas como La potranca, Cuando pasa el chorrillero, La calle de Hilario, Mañanitas de Merlo y Punta de los venados, entre otras.
El “Chocho” era muy amigo de Juan Carlos “Pinocho” Mareco. De hecho el uruguayo cantaba sus cuecas acompañado en varias ocasiones por Alfonso y Zavala.
Uno de los deseos de Rafael “Chocho” Arancibia Laborda fue que sus cenizas fueran esparcidas en las sierras de San Luis, más precisamente en la villa turística de El Volcán, lugar que eligió y mencionó en una de sus canciones como el preferido para su última morada.
En el mes de abril del año 2005, la intendencia de El Volcán y un grupo de amigos del “Chocho” realizaron un acto en su homenaje.
Dicho homenaje nació de la inquietud de un grupo de amigos que quisieron cumplir su último deseo. Como dijimos, ese deseo lo dejó escrito en una canción y consistía en que sus restos, luego de ser incinerados, fuesen esparcidos en El Volcán.
Arancibia, durante su existencia, le cantó a toda la provincia de San Luis, a todo Cuyo y al país entero, dejando hermosas, innumerables e inolvidables composiciones.
Asimismo, debemos destacar que en vida tuvo como amigos muy queridos a José Adimanto Zavala, Alfredo Alfonso y Oscar “Cacho” Valles, con quienes supo compartir inquietudes artísticas y la pasión por la música cuyana, actuando juntos en escenarios, reuniones y peñas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario